El reconocimiento oficial por parte de la Federación Cinológica Internacional de Bruselas, a este grupo de tres variedades (tricolor, blanquinegro, blanco y anaranjado) se llevó a cabo en 1958, y no porque ese fuera el momento de su creación sino porque antes no existían suficientes ejemplares perfectamente fijados que aseguraran, de manera efectiva, su supervivencia en pureza. Estas razas francesas se utilizan para la caza mayor, especialmente cuando se realiza a caballo y se persigue al ciervo y al corzo.